Querido futuro esposo
Mi amado,
¿Por qué estás tan triste esta noche? ¿Qué pasó? ¿Qué es lo que desearías poder ir atrás en el tiempo y no hacer?
Sé cómo te sientes. Todos tenemos algo que nos gustaría des-hacer. Lamento mucho que estés atravesando tanto dolor, tristeza, e ira. Yo también estoy enojada, pero no contigo. Estoy furiosa con los demonios en este mundo que te lastimaron, que te mintieron, te manipularon, te tentaron y te dejaron sin la guía o el amor que necesitabas. No me importa si fue tu culpa o en qué medida lo haya sido. ¿Por qué debería? Todo lo que sé, es que te amo, y odio ver que algo te lastime.
¿Tienes miedo de decirme lo que sucedió? Por favor, no temas. Cuando alguien te ama de verdad, no tienes por qué tener miedo. ¿Tienes miedo de que te rechace? Jamás. Rezo para que nadie con quien tengas una cita te haga sentir indigno de su amor. Jesús dice que puedes ir a Él así como eres, y puesto que eres lo suficientemente bueno para Su amor, ¡eres lo suficientemente bueno para cualquiera! Cuando sea yo con quien tengas una cita, rezo para que Dios me dé las palabras justas para hacerte saber cuánto te amo, cuánto te honro, cuánto te respeto.
¿Tienes miedo de que lo digas me lastime? Lo hará, pero sólo en la medida en que te lastima a ti. ¿Cómo puede algo que te lastima no lastimarme a mí también, puesto que te amo? Pero no tengas miedo de haber entregado algo que ahora ya no puedes darme.
Después de todo, Dios es amor y Él creó el acto del amor. En todo lo que eso conlleva, ya sea que estés contemplando la belleza total de alguien, tocándolo, o creando nueva vida con esa persona, sólo es amor cuando Dios está involucrado. Dios no tiene participación alguna en el pecado, sea lo que sea que hayas hecho, todavía no has tenido con alguien la experiencia de hacer el amor.
Es triste que hayas experimentado acciones tan profundamente carentes de amor. Pero no estaré celosa porque no es lo que quiero. Lo que haya sucedido entre tú y otra persona no es para nada lo que quiero que suceda entre tú y yo. Quiero algo completamente diferente y mucho mejor para nosotros. Un sacramente es esencialmente distinto de un pecado, incluso uno hecho en ignorancia y con buenas intenciones. En un sacramento, Dios nos entrega el uno al otro para que podamos descansar nuestras vidas en el verdadero y eterno bien del amado. No quiero que nos usemos mutuamente por un tiempo, sino que nos alentemos mutuamente para siempre.
Así que, como puedes ver, el único modo en que jamás podría perder la pureza de tu amor, el único modo en que puedo conocerte y en que tu don de ti mismo no se separe de mí, no es lo que pueda haber acontecido en el pasado. El único modo en que algo de eso podría suceder, es si huimos de Dios, porque entonces no seremos capaces de amarnos recíprocamente de una manera pura y entregándonos totalmente. Ésa sería la tragedia, la única manera en que todo podría perderse permanentemente. Pero no permitiremos que eso suceda.
Sin embargo, si hemos de compartir un amor mucho mejor de lo que hemos hasta ahora conocido, necesitamos prepararnos. Mi amor, corre hacia Dios. Sólo Él puede sanarte y ayudarte a romper los patrones destructivos. Sólo Él puede infundir en ti Su gracia para rechazar las tentaciones y crecer en las virtudes necesarias para amar. Por favor, no desesperes ni te conformes y huyas de Él debido a tu dolor. Deja que Jesús te ame extravagantemente, porque mereces ser respetado y animado, y no quiero algo distinto de esto.
Prometo que haré lo mejor de mí para seguir a Cristo y dejar que Él siempre me transforme más y más en alguien capaz de amarte plenamente. Por favor, haz lo mismo por mí. Aunque ambos todavía no nos conozcamos, podemos trabajar el uno por el otro, y entonces cuando nos encontremos, seremos capaces de compartir este amor tan bello.
Mi querido, tengo un gran respeto por las luchas y sufrimientos que estés atravesando para rechazar la falsificación del amor. He luchado contra mis muchos pecados, y sé qué tan difícil puede ser. Tu decisión diaria de abrirte a Dios y dejar que Él te lleve por el sendero correcto para que podamos encontrarnos merece el mayor de los honores. ¡Si supieras cuánto te admiro! Cuando pienso en el magnífico don que Dios quiere darme en ti, estoy verdaderamente asombrada y abrumada con alegría y gratitud. Te amo, te honro, y te respeto para siempre.
¡No puedo esperar a que nos encontremos! Anhelo que podamos estar juntos y podamos compartir nuestra Fe y alegrías, nuestros trabajos e intereses, nuestras penas y pruebas, y todo en nuestras vidas. Y, por supuesto, estoy a la espera de ese hermoso día cuando estemos de pie en el altar, delante de Dios y ambos podamos al fin, ser uno.
Quiero que sepas que estás siempre en mis oraciones. Por favor, reza por mí. Te amo.
Con todo mi amor,
Tu futura esposa