Cuatro secretos para la sanación sexual
Siempre dije que era posible empezar de nuevo, independientemente del pasado. ¿Pero qué significa eso? Una cosa es decidir empezar de nuevo, pero otra cosa es averiguar qué hacer con los efectos del pasado.
Uno simplemente no escucha una charla fascinante sobre la castidad y firma una tarjeta de compromiso, y luego todo es restaurado. Lo que generalmente queda sin ser visto, es el proceso larguísimo de desatar los nudos.
Como muchos de ustedes saben, fui criada en una familia quebrantada, perdí mi virginidad a la edad de quince años, y viví relaciones abusivas e infieles. Algunas de mis heridas fueron auto-infligidas debido a mis propias malas decisiones, mientras que otras fueron infligidas sobre mí.
Antes de conocer a mi esposo, dejé mi estilo de vida alocado y empecé a vivir la pureza. ¿Pero qué hay de las heridas del pasado? Las tapé. Nosotras las mujeres somos expertas rellenando nuestras cosas. Nos ponemos nuestro maquillaje, compramos un nuevo guardarropa, y le ofrecemos al mundo una gran y falsa sonrisa. Pero por dentro tenemos miedo de empezar a llorar, porque tememos nunca dejar de llorar. Entonces, nos adormecemos con falsas consolaciones.
¿Qué hacer (tanto varones como mujeres) para dejar de huir del pasado y aprender a enfrentarlo, conquistarlo, y sanarlo? Aquí van mis cuatro claves:
Busca ayuda profesional
La mayoría de las personas sienten vergüenza de ir a buscar ayuda de parte de profesionales. Queremos que todos (especialmente nosotras) piensen que tenemos todo bajo control. Pero nunca resolveremos un problema hasta que admitamos que existe. Debido a que pasé años huyendo del pasado, mi vida se convirtió en una intrincada red de copiar mecanismos. Empecé a identificarme con mis rajaduras, pensando que mi fachada de rudeza era mi identidad. Cuando en realidad, no era yo. Era la pequeña niñita atemorizada quien quería mantener a todos al margen porque sabía que la vulnerabilidad llevaba al dolor. Pero no se puede vivir así. Es tan sólo existir. No es así como se prospera o se glorifica a Dios. Entonces, supera tus miedos y habla con alguien que pueda ayudarte de una vez y para siempre, a quitarlos del camino. Puedes ir a womenmadenew.com o a catholictherapists.com para buscar ayuda.
Recurre a la Eucaristía
Sabía que en mi proceso de sanación, no podía llegar tan lejos por mi cuenta. Luego de muchas sesiones de consejería, necesitaba procesar mis emociones y pensamientos. Por lo que corrí hacia Dios en la Adoración Eucarística. Rezaba, escribía y hasta lloraba en Su Santa Presencia. Fue en esas silenciosas capillas donde Dios pudo empezar a vendar mis heridas. Con Él a mi lado, me sentí segura para ir a los lugares más oscuros de mi memoria. Daba miedo enfrentar algunos recuerdos, pero aprendí que sólo Jesús podía deshacer algunas cosas que se habían hecho.
Busca un buen sacerdote
Buscar ayuda profesional es esencial si has sufrido heridas emocionales serias. Pero un buen sacerdote es invaluable en el proceso de sanación puesto que resulta difícil distinguir las heridas emocionales de las espirituales. Después de todo, los esfuerzos humanos no pueden avanzar demasiado. Y como tenemos alma, necesitamos liberación e intervención divina. No podemos esperar que el consejero profesional erradique lo que necesita ser sanado en la confesión, y viceversa.
Encuentra buenos amigos
Cuando estás tratando las heridas del pasado, el demonio querrá retorcerlas. Él querrá que pienses que eres un desastre que no puede recibir ayuda ni amor. En momentos así, es importante la presencia de familiares, amigos, o alguien que esté ahí para aceptarte como eres, recordándote que eres digno del amor, ¡incluso si eres un desastre! Por lo tanto, no intentes sanar solo.
Si no tienes un buen amigo, o no conoces algún buen sacerdote o consejero que pueda estar a tu lado, pídele a Dios que te muestre dónde encontrarlos, para que así puedan ayudarte a llevar tu cruz.
No importa quién eres ni lo que te haya pasado. Lo que importa es hacia dónde decides ir ahora. Como una vez escuché “No importa qué tan sucio haya sido tu pasado, tu futuro sigue estando intacto”.