Esperanza después del arcoíris
Soy un hombre católico y atracciones del mismo sexo son parte de mi historia. Sin embargo, recientemente la posibilidad de un llamado al matrimonio ha sido escrito en mi corazón – matrimonio con una mujer.
¿Qué?
Déjame explicar…
No es para terapia
Esto no tiene nada que ver con terapia con la intención de cambiar de “gay” a “hetero”. Nunca he hecho eso, y he encontrado paz sabiendo que la Iglesia no está tratando de que actúe de esa manera. Sin embargo, este llamado me ha llegado después de muchos años de esforzándome continuamente a decirle “Si” a Dios, y “Si” al crecer en virtud (en particular, la virtud de castidad, algo que se me ha hecho difícil la mayoría de mi vida).
Yo termine queriendo un corazón casto porque deseaba la santidad, y deseaba la santidad porque quería unir mi corazón con el corazón de Jesucristo. Comencé a tener este deseo porque primero experimente el amor de Cristo a través de alguien como tu; alguien que simplemente me amó donde estaba en mi vida, y quien decidió caminar conmigo en mi viaje.
A lo largo de este trayecto, empecé a sentirme más atraído a mujeres virtuosas – mujeres quienes entendían las fundaciones de una santa relación conyugal, y con quien yo pudiera crecer en virtud – y posiblemente dentro del matrimonio!
El problema
Muchas personas piensan que por qué atracciones del mismo sexo son parte de mi historia, no es posible de sentirme de la manera que me siento y que me estoy engañando a mí mismo. Esta respuesta refleja cuan serrados están a lo que Dios puede escribir en nuestros corazones.
Otros simplemente tratan de etiquetarme como “bisexual”, pero esto revela en ellos una mente serrada a mi historia; una mente serrada al entender quien soy y como termino donde estoy hoy. Esto no tiene tanto que ver con la sexualidad sino con Dios, y como El puede transformar nuestros corazones.
Como Empezó
En el 2007, yo llegue a desear una Sexualidad Santa (¡gracias Christopher West!) y por primera vez, abrí mi corazón a la castidad. Gracias Matt Fradd, empecé el largo camino de romper la adicción a la pornografía que había tenido por casi toda mi vida y gracias Jason Evert, empecé a estar abierto a la idea de preparar mi corazón para mi futura esposa – si eso fuera el plan de Dios para mí.
Dado a la gracia de Dios, encontré la fortaleza (y el apoyo) para hacer gran cambios en mi vida.
El efecto completo fue esto: cambié de considerar relaciones del mismo sexo (sin la esperanza de jamás casarme con una mujer o de ser un padre) a adorar el Santísimo Sacramento y ofrecer mi vida a Dios. Lo más que dejaba de lado mi propia voluntad, lo más que Dios fue capaz de trabajar en mi corazón (esto ahora lo puedo ver retrospectivamente).
Maneras misteriosas
A principios de 2014, Dios escribió en mi corazón a seguir una amistad con una mujer en particular. Con un coraje que nunca había experimentado, eso fue lo que hice.
Durante nuestro tiempo juntos y separados, hubieron bastantes gracias. Fue divertido y me sentí inspirado, pero a la misma vez, nuestra relación cambió mi vida de maneras profundamente virtuosas. Por eso sabia (y se) que era de Dios. Después de todo eso, terminé esperando que ella sea mi futura esposa.
Comencé a sentirme atraído a ella y sabía que tenía un llamado a proteger su honor, y de rezar por ella. A través de tiempo, crecimos en santidad juntos, y compartimos nuestros sentimientos entre rizas, sonrisas y afección apropiada.
La amaba en la manera que Dios me llamaba a amarla en ese momento, y empecé a enamorarme de ella (de manera romántica). Ella trajo una gran alegría a mi corazón, mientras me acercaba más cerca a Cristo
Esperanza restaurada
Por más que no terminamos juntos como pareja, esta experiencia me mostró que no tenía que sentirme desesperanzado de jamás ser un esposo y padre. En efecto, ayudo a restaurar mi esperanza tremendamente.
Su nombre… significa “Esperanza”. ¡Cuán increíble es eso!
Ahora, si es parte del plan de Dios que me case o no, es otra historia. Es Su historia – y yo no tengo ningún problema con eso.
Pero hoy… Tengo Esperanza.
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Hudson Byblow es un orador, autor y consultor católico que vive en el Medio Oeste, donde tiene una carrera en educación. Ha presentado en conferencias nacionales e internacionales en los Estados Unidos y Canadá y también presenta al clero, escuelas y parroquias. Además, Hudson se desempeña como consultor de varias agencias católicas, oradores y educadores. Su sitio web es www.hudsonbyblow.com y se puede reservar enviando un correo electrónico a info@hudsonbyblow.com.